Una de las analogías más usada en el marketing de apps es que el precio de la app es menos que lo que te vale un café en el Starbucks. Pero la dura realidad es que la gente sigue gastando en cafés en el Starbucks y nadie te compra tu app. Este cómic de The Oatmeal resume la situación a la perfección.
Y claro, luego todo programador de apps se queja de lo injusto que es la situación y lo absurdo que es el qué la gente se gaste tanto dineros sin pensárselo en un café pero luego se queje de dejarse un dolar en una app, con la de horas que el programador ha invertido en la app.
Aunque comparto en parte esta frustración (a la gente le cuesta mucho pagar por software pero mucho menos por objetos físicos), creo, como muy bien expuso Josh Leman en este post (y su correspondiente hilo de discusión en Reddit) que la analogía es errónea y que deberíamos dejar de usarla.
Veamos las tres razones por las cuales comparar el precio de tu app con el de un café en el Starbucks no es una buena idea:
- El café del Starbucks es una experiencia conocida, tu app es una apuesta a lo desconocido. Cuando pides un café en un Starbucks sabes exactamente lo qué te vas a encontrar, no puedes salir decepcionado. Tu app puede valer menos pero es una incógnita. A lo mejor es menos dinero pero puede ser dinero totalmente tirado a la basura
- No hay una alternativa al café del Starbucks que sea completamente gratuita. Hay muchísimas apps que hacen (o parecen hacer) lo mismo que la tuya completamente gratis. Seamos claros, si alguién ofreciera café gratis de calidad equivalente a la del del Starbucks, pues nadie iría al Starbucks. Y eso es exactamente lo que pasa con tu app. Y no hay sólo una alternativa a coste cero, hay muchísimas.
- En Starbucks se ve el proceso de preparación del café. Nadie sabe lo bueno (o malo) que es el código de tu app. Puedes ver como se hace tu café, qué cafeteras se usan, como lo manipulan los “baristas”,… Nadie puede ver lo bien que has seguido las buenas prácticas de la ingeniería de software al codificar tu app y eso genera muchas dudas al posible comprador.
¿Significa esto que no se puede hacer dinero con las apps? No, las app stores siguen moviendo mucho dinero pero si quieres ser parte del selecto club de los que tienen éxito, tienes que tener en cuenta los puntos anteriores y hacer que tu app proporcione una experiencia única, no fácilmente replicable, que proporcione un valor claro al usuario y que transmita (vía un diseño cuidado por ejemplo) una imagen de marca de calidad. A ver si un día de estos de conviertes en el Starbucks de las apps!
Mientras llega ese día, ve experimentado también con otras maneras de hacer dinero con tus apps que no impliquen hacer pagar por ellas a tus usuarios.
Imagen destacada por Kyle Loftus en Unsplash (modificada)
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