El “ruido” de la inteligencia artificial no deja a nadie indiferente. Tampoco a las grandes consultoras como Ernst and Young que organizó recientemente un evento para entender el impacto de la IA en el mundo tecnológico. Como parte del evento hablé del impacto de la IA en el desarrollo software, uno de los principales mercados de estas consultoras. Fue una charla breve pero la verdad es que había mucho interés en entender como el rápido crecimiento de la IA (y en especial de los Large Language Modelos, sólo un par de días antes habíamos leído los espectaculares anuncios de OpenAI) podía impactar en sus actividades.

El mensaje principal es que había que ver la IA como aliado, siempre y cuando aporten valor y no solo realicen tareas repetitivas que no requieran ningún tipo de creatividad. Más de uno de mis lectores estará pensando que justamente eso (tareas repetitivas y que no aportan valor añadido) es a lo que se dedican las grandes consultoras, pero eso ya es otra discusión.

También comenté que:

  • En cualquier caso, es necesario mantener al humano en el proceso. La IA propone, el humano decide. La IA es como nuestro programador junior, nuestro becario que necesita que sus sugerencias, su código, … sean revisados antes de publicarse. Se sabe perfectamente que el código que genera chatgpt y cia está lleno de vulnerabilidades y otros problemas de seguridad.
  • Los sesgos éticos siguen siendo un riesgo importante. Los LLMs están mejorando, pero aún se les puede “provocar” para dar una respuesta sesgada. Ten esto en cuenta si los utilizas. Imagina que pones un chatbot en la página de tu empresa, pensando que la gente sólo lo utilizará para preguntar temas relacionados con tu negocio pero, como siempre, alguien se divierte a buscarle las cosquillas al bot hasta que consigue que dé una respuesta sexista, racista,… captura la pantalla y lo utiliza para atacar a tu empresa en las redes sociales.
  • La IA es una oportunidad para repensar tus procesos, no solo para optimizar los existentes. Hay frameworks para ayudarte a repensar tu estrategia basándote en lo que la IA puede aportar a tu empresa.
  • Incluso si NO quieres incorporar la IA en tu empresa, necesitas una política de IA, ya que, te guste o no, tus empleados ya están utilizando algún tipo de LLM (según Salesforce, la mitad de la gente que utiliza modelos generativos, lo hace sin aprobación). Y los que no estarán preocupados por si lo vais a empezar a utilizar y eso afectará a su trabajo. Transparencia en la comunicación top-down es importante para que todos sepan a qué atenerse.
  • Hoy la gran discusión es si utilizar o no la IA en la empresa, pero muy pronto (si no lo están haciendo ya) todas las consultoras se darán cuenta de que tendrán que empezar a desarrollar componentes inteligentes ellos mismos. Y si no se pueden permitir contratar una multitud de expertos IA, la solución pasa por usar herramientas low-code como la que estamos construyendo nosotros mismos.