¿Pensaba que el nombre de una persona no cambia? ¿O qué el número nacional de identidad no puede estar repetido? Pues, te equivocas. Las dos cosas son falsas (y no sabes la cantidad de claves primarias que se han violado por culpa de estas falsas creencias).

Cuando programamos, asumimos como verdades absolutas ciertas propiedades del entorno (tiempo, dinero, identidades, precios, direcciones,…) que estamos manipulando. Y la mayoría parecen de sentido común (otro ejemplo: un país sólo tiene una moneda en circulación, cosa que se ha demostrado errónea en muchísimos casos, como en España con la entrada del euro) y además nos hacen la vida más fácil porqué en el fondo están simplificando  la realidad. Con lo que, rápidamente se convierten en algo dado por cierto y que se usa como tal en todo tipo de programas.

El problema es que siempre, siempre, siempre, lo que no podía pasar  acaba pasando. Y estos falsos mitos acaben haciendo fallar nuestro sistema y encareciendo su mantenimiento. Ya sabéis lo que pasa con lo de programar “quick and dirty”. Que fuimos rápidos escribiendo el código se olvida fácilmente. Que dejamos un código que era una porquería detrás, nos persigue el resto de nuestra vida.

Por lo tanto, antes de empezar tu próximo proyecto de programación, échale una ojeada a esta lista de falsedades de la programación y asegúrate que por una vez no caes en la trampa. Tienes tanto falsedades generales  como listas de falsedades específicas por temas concretos: falsos mitos sobre la compra online (ej: todo producto tiene un precio, mentira: tienen muchos, con impuestos o sin, con rebajas o sin,… e incluso ninguno si es una subhasta), falsos mitos sobre el sistema monetario, sobre geografía (un mismo sitio sólo tiene una dirección), números de teléfono (hay países que comparten el código de país, caso del +1 para Canadá y Estados Unidos), cuentas bancarias y muchos otros temas.

¿Alguna en la que hayáis caído vosotros?